Realmente, no sabíamos muy bien a lo que íbamos. Creía que habría una persona que recitaría diversos poemas, con una fuerte preparación previa.... vamos, un Recital en toda regla.
Pero no: para mi sorpresa, se trata de una reunión en círculo, alrededor de la mesa del comedor de Miguel, en la cocina, en parte del dormitorio paterno, donde cada uno, con la mejor intención (a veces con una calidad impresionante) decía un poema que le gustaba, ya fuera de Hernández, de Neruda o de Bécquer... incluso de cosecha propia, con lo que eso supone de trabajo personal, iniciativa y creatividad...

Es un placer sentarse alrededor de una salita, con la historia que representa la Casa Museo, y ver cómo iniciados y noveles se lanzan a la aventura de la poesía. Ver cómo tantos niños (podían ser una decena) se esfuerzan por algo que normalmente va asociado a la palabra "aburrimiento" (a la palabra, no al estado, puesto que normalmente ni se ha siquiera probado) provoca una emoción añadida a la estancia y al mismo momento.
Espero volver, incluso intentaré perder mi timidez y participar... espero poder transmitir a mis hijas la emoción por la lectura, la pasión por la poesía, mi querencia por ese personaje que tanto significa en mi familia...
Tener al alcance de la mano una posibilidad como ésta merece ser vivida y sentida como algo personal.
http://www.miguelhernandezvirtual.com/casa_museo/casamuseo.htm