sábado, 17 de abril de 2010

De la maternidad...

Educar a los hijos es uno de los trabajos más duros que hay. Nos preocupamos permanentemente de que hagan sus deberes, de que vean o no algo en la tele, de que se comporten como personas, de que crezcan, en definitiva, en todos los sentidos…

A veces tropiezo en esa desesperación del “no hago lo suficiente”, sensación que supongo tenemos todos los padres. Entonces, ahí aparece mi hermana, madrina “de facto” ahora, y mucho más consciente, a la fuerza, de tantas y tantas cosas que antes veía, por decirlo de algún modo, desde la barrera. Ella me da ánimos al hacerme ver cómo, aunque no me dé cuenta, les voy inculcando ese interés por la música, la lectura, la cultura en general, los valores intangibles que luego permitirán que sean capaces de decidir y evolucionar por sí mismas… como hicieron mis padres por mí, sin ninguna duda.

Vi recitar a Altea hace unos días, en un homenaje a Miguel Hernández. Se había levantado la primera, nerviosa por la responsabilidad que había aceptado. Su cara era la de la felicidad por el trabajo bien hecho al recibir los aplausos de después.

Veo ahora a Yaiza bailando una danza que, hace más de veinte años, bailé yo. Me veo yo misma en esas espardenyes… y la veo disfrutar, buscar la perfección en los movimientos… Ese trabajo sólo lo verá recompensado un día a final de curso, después de todo el año de trabajo. Y sin embargo, de lunes a viernes durante varias horas, se dedica con cuerpo y alma.

A veces es verdad que hay que dar dos pasos atrás, olvidar por un momento la responsabilidad, y tomar perspectiva para ver que el trabajo duro y constante tiene sus recompensas: las veo ahí, tan mayores… debo estar haciendo algo bien, al fin y al cabo.

4 comentarios:

  1. Me alegro de que el trabajo de hermana pequeña sirva de algo de vez en cuando!! jajaja
    Si, es cierto que ser madrina también me enseña, pero, al final, todos vamos aprendiendo sobre la marcha.
    Me alegro de que ya puedas ver las cosas con algo más de distancia, la justa para que te permita ver todo lo que estás consiguiendo.
    Besos!!

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  2. Tengo una amiga que siempre me dice que, desde el momento en que me estoy planteando si hago las cosas bien o no, ya estoy en el buen camino. Así que no dejemos de dudar, de pensar, de probar estrategias nuevas para que estudien, coman... No hay nunca un único camino, así que sigamos cada uno el nuestro. Yo también crreo que lo estás haciendo genial. Besos!

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  3. gracias, Sparrow! Seguro que nos reiremos cuando nuestras hijas se planteen situaciones semejantes con los suyos ("te acuerdas cuando...?" diremos los "agüelos")

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