domingo, 12 de septiembre de 2010

... de cobardes e idiotas.

Hace años, cuando mi hija mayor tenía como 2 años, una de esas “ancianitas indefensas” que pasean por los parques la hizo llorar, porque la acusó de intentar romper un teléfono público con el que hablaba con su amiga invisible. Le recriminé su actitud y la acusé de increpar a una niña de 2 años que estaba jugando y no a los chavales de 18 que sí destrozaban…


En el parque donde vamos casi todos los días de verano, se coloca en un rincón un grupo de señores que bailan salsa relajadamente los domingos por la tarde. En círculo intercalan movimientos con una música bajita apenas perceptible para ellos… ocupan lo que ocupan, sin excesos… En el otro lado, unos chicos bailan break, con música altísima, y movimientos espectaculares de trompos y piruetas… Todos ellos molestan, realmente, a los patinadores, pero unos son peligrosos, por los fuertes e imprevisibles movimientos de piernas, y los otros simplemente están ahí…

Un hombre se encabritó violentamente con los mayores, pero no se atrevió con los jóvenes…

Una noche, en el mismo parque, un grupo de gente decidió ponerse a la fresca de los árboles a hacer una barbacoa. Nos dirigimos al guarda del parque, que, en lugar de ir a decir nada, llamó a la policía. Vinieron, “saludaron” a los de la barbacoa, y se fueron… aquéllos continuaron su cena.

Ayer celebramos allí mismo el cumpleaños de mi hija pequeña, y, en un rincón, dispusimos una mesita de playa para colocar los sándwiches y las patatas… aquél mismo guarda se vino a decirnos que no podíamos estar ahí… lo eché sin compasión: “¿estoy haciendo una barbacoa? ¿Estoy en medio molestando? No. Pues llame a la policía, si quiere, y hasta luego, Lucas”.



Cuando alguien increpa a quien sabe en inferioridad de condiciones pero no es capaz de hacerlo con quien, a priori, puede resultar superior, por aparente capacidad de respuesta, por número, por la razón que sea… se le llama cobarde, lleve o no uniforme.

Yo no quise considerarme así, y, después de discutir con la vieja, vi a unos chavales ensuciando y molestando en el metro… me quedé sola, pero no fui cobarde. Mis amigos me dijeron que era idiota…

No hay comentarios:

Publicar un comentario